En Volvo Buses, la sostenibilidad no solo es una cuestión de registrar cero emisiones de escape. A diario, nos fijamos en los detalles que contribuyen a la consecución de nuestros ambiciosos objetivos climáticos y en cómo podemos reducir el impacto climático, usar mejor los recursos del mundo y hacer negocios de manera responsable. Tanto en el desarrollo, el abastecimiento y en nuestras instalaciones de producción, como a la hora de entregar vehículos a nuestros clientes: así es como ofrecemos soluciones completas y sostenibles de transporte público.
Desarrollamos con cuidado cada autobús y autocar, cada chasis y cada componente para que sean mejores para nuestro planeta y la humanidad a largo plazo. Adoptamos un proceso de desarrollo circular que mejora el perfil de sostenibilidad de nuestros productos y, de este modo, logramos que más del 90 % de nuestros últimos chasis de autobús se puedan reciclar.
Nuestros objetivos de sostenibilidad para 2030 son reducir las emisiones en nuestras propias operaciones en un 50 % y las emisiones de nuestros vehículos en un 40 % por kilómetro. Y todo comienza en la fase de desarrollo, donde analizamos minuciosamente los materiales, las tecnologías y los modelos de negocio implicados en el proceso.
En toda nuestra cadena de suministro aplicamos un concepto sostenible. Nuestra meta es producir autobuses sostenibles sin sustancias perjudiciales, al mismo tiempo que cuidamos del medio ambiente y los derechos humanos. Nuestro Código de conducta de socios proveedores constituye una de nuestras principales herramientas para lograrlo. En él, se recogen los altos estándares de prácticas medioambientales, de derechos humanos y de salud y seguridad que esperamos de nuestros proveedores. Además, ejecutamos un Programa de Minerales Sostenibles centrado en el abastecimiento sostenible de estaño, tungsteno, tantalio, oro y cobalto.
Nos esforzamos por reducir continuamente los residuos y las emisiones, así como por optimizar el uso del agua y mejorar el manejo de disolventes, aceites y productos químicos.
Nuestra fábrica de chasis situada en Borås, Suecia, es una de las primeras plantas de autobuses del mundo que funciona íntegramente con energía renovable; además, dispone de calefacción urbana a partir de biocombustibles y de vehículos in situ que funcionan con HVO y energía hidroeléctrica libre de fósiles. Por otro lado, hemos reducido el consumo energético total de la fábrica en un 15 %.
Al formar parte del Grupo Volvo, aplicamos un proceso de ventas responsable que limita la posibilidad de que agentes malintencionados utilicen nuestros vehículos para producir daños y nos hemos comprometido a producir solo productos que funcionen con combustibles libres de fósiles para 2040. Para nosotros, el transporte público sostenible es muy importante y, por ello, apostamos por la electricidad frente a los combustibles fósiles, con el fin de generar efectos positivos inmediatos y a largo plazo en el medio ambiente y en la calidad de vida de las personas. Llevamos desde 2015 entregando autobuses híbridos y eléctricos en todo el mundo y nuestro trabajo con la tecnología Safety Zone mejora la seguridad en zonas próximas a colegios y parques públicos.
Para nosotros, el cuidado y el respeto por las personas y la naturaleza son vitales. Esto explica por qué Volvo Buses tiene una sólida reputación en cuanto a responsabilidad social y conducta ética. Al igual que un artista cuida su obra, nosotros cuidamos cada detalle en nuestro trabajo, con el objetivo de producir con creatividad materiales, productos, sistemas y procesos que sean sostenibles. A través de nuestras obras maestras en sostenibilidad podrá percibir los diversos detalles sostenibles de nuestro ciclo de producción.
La ambición del Grupo Volvo consiste en ofrecer soluciones que sean 100 % seguras, 100 % libres de fósiles y 100 % más productivas. Se ha fijado el objetivo de ser una empresa sin emisiones de carbono para 2040 y, en colaboración con la iniciativa Science Based Target, hemos elaborado un conjunto de objetivos para medir nuestro progreso.